Politécnicos demostraron en una investigación que cuando un automóvil reduce la velocidad, además de que aumenta el tiempo del recorrido, se genera más consumo de gasolina y mayor emisión de contaminantes.
El estudio de Claudia Ovando Aguilar, Yahir Juárez Sandoval,EdgarMorales García yErick Estrada Navarro tuvo el objetivo de determinar las emisiones adicionales de contaminantes producidas por conducir a una velocidad restringida a 20 kilómetros por hora máximo.
Asesorados por Saúl Hernández Islas, los estudiantes descubrieron que en un tramo de 3.8 kilómetros los vehículos podrían generar 29 millones 798 mil 099 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) al año.
También estimaron que si todos los automotores transitaran a la velocidad indicada, se generarían en promedio 80 mil kilogramos diarios adicionales de CO2.
Los alumnos de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (Upibi) tomaron como base un aforo vehícular de tres mil 347 vehículos por hora, entre automóviles, autobuses, microbuses y camiones.
Se definió que en el tramo de la Avenida Instituto Politécnico Nacional que va del número 4939 al 2580, donde de acuerdo con el actual Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México la circulación está restringida a una velocidad de 20 kilómetros por hora por ser zona de escuelas y hospitales.
Para efectos de la investigación se realizaron recorridos dobles durante 10 días en horas pico: mañana, medio día y tarde, en diferentes días de la semana, a una velocidad restringida máxima de 20 kilómetros por hora y otra menor a 50 kilómetros por hora, a fin de comparar el tiempo del recorrido y su consumo de combustible.
Además se utilizaron factores de emisión para gasolina y diésel para calcular las emisiones de dióxido de carbono, tanto para velocidad regulada como no controlada.
En relación con los contaminantes Saúl Hernández Islas, jefe de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Upibi, alertó que se trata de un tema al que se debe poner atención.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la carga vehicular de la Ciudad de México aumentó 33 por ciento en los últimos siete años, lo que incrementó los problemas tanto de movilidad como de contaminación.
Los estudiantes además buscan concienciar sobre la gran cantidad de contaminantes que se arrojan a la atmósfera, se indicó en un comunicado del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el dióxido de carbono es un asfixiante simple que actúa por desplazamiento de oxígeno y que a elevadas concentraciones causa problemas de salud e incluso a la muerte.
La Ciudad de México tiene características geográficas únicas que aunadas a otros factores de la vida cotidiana como la excesiva cantidad de población, los servicios que demandan, el alto consumo de materiales e insumos, así como los residuos, afectan tanto el ambiente como la salud física y mental.
El grupo de investigación pretende poner ese trabajo a consideración de expertos, académicos y autoridades, porque aseguran que cualquier planeación o reglamento debe estar debidamente avalado por estudios técnicos que protejan al medio ambiente y la salud de la población.
RAMG